martes, 23 de abril de 2013

Sobre lo que Escandinavia significa para la historia occidental.


Escandinavia, ¿Y dónde queda eso compadre?


Hoy les tocará leer un poco de historia, entremezclada con mi gusto a ultranza por la cultura nórdica. Hoy leerán por qué, a mi parecer, los pueblos que rodean al mar Báltico, desde Dinamarca y el norte de Alemania hasta Suecia y parte de Finlandia, han marcado la historia occidental. No sólo llegaron a América en el año 1000, ni nos legaron la lengua de Shakespeare. Realmente es gracias a ellos que España es España, Inglaterra es Inglaterra, Francia es Francia y Alemania es Alemania y con eso ya marcamos la historia del mundo del siglo XV para acá…

Allá por el año 100 después de Cristo, cuando Roma estaba en su mayor esplendor y en Medio Oriente algunos judíos escribían literatura que ahora conocemos como Nuevo Testamento, un cambio climático y también una sobrepoblación llevó a que varios pueblos salieran de Escandinavia al sur, en búsqueda de nuevas tierras donde asentarse. Pueblos como los vándalos, suevos o los godos, que durante tres siglos más vivirían en los límites de la frontera romana –con alguna excepcional excursión-, pero que para fines del siglo IV y principios del V invadirían el territorio romano. La debacle que sufría Roma para aquel entonces, la división del imperio en Occidente y Oriente, y el mestizaje tanto de ideas como de sangre que tuvieron los romanos con los bárbaros entrantes son los factores claves para entender la caída, en el 476, del Imperio Romano.


Es así como el viejo Imperio Romano de Occidente quedó fragmentado y las tribus germánicas-escandinavas aprovecharon y tomaron control de la situación. En España los visigodos y las familias romanas formaron alianzas y pactos que poco duraron pues en el 711 los árabes les conquistaron. En Portugal fueron los suevos los que hicieron historia parecida. La historia de la península ibérica tendría desde entonces la mezcla de tres culturas, la goda del norte de Europa, la romana y la árabe.

En la actual Francia hubo una mezcolanza de tribus. Por un lado los francos –quienes con sus reyes como Pipino o Carlomagno- afianzaron el poder que les llevaría a formar el estado que ahora conocemos. Pero también, en el centro de Francia hay una región llamada Borgoña. Ahí se establecieron los burgundios, tribu proveniente de Dinamarca y el sur de Suecia. También los alamanes, e incluso los sajones tuvieron breves incursiones en lo que ahora es Francia. Por supuesto, también hay un territorio dentro de Francia que es Normandía, o la tierra de los hombres del norte.

En Inglaterra, por su parte, los sajones, los anglos y los jutos se disputarían la isla. La pérfida Albión –como se le conocería más tarde- se dividiría en el siglo VII en siete reinos: Essex, Wessex, Northumbria, Sussex, Kent, East Anglia y Mercia. La división causaría que en el siglo IX los vikingos pudieran conquistarla con relativa facilidad.

Alemania en aquella época tras la caída del Imperio Romano, estaría bajo el control de los hunos, fieros guerreros que venían de las estepas asiáticas. Pero dentro del territorio de los actuales países de Alemania, Holanda, Polonia, República Checa y Austria había pueblos como los sajones, turingios, y burgundios. Vamos, pueblos germánicos y nórdicos.

Mientras tanto, en Escandinavia se empezaban a formar sentimientos nacionalistas. Pronto, por los siglos VII y VIII, empiezan a surgir los reinos de Dinamarca, Suecia y Noruega. Los pueblos que integraban estos reinos eran excelentes comerciantes, navegantes, exploradores y guerreros. Los hombres del norte durante la Edad Media unirían el mundo conocido, de este a oeste sus invasiones y sus relaciones comerciales marcarían la historia de esta época tan oscura.

La era vikinga comenzó en el 793, cuando un grupo de hombres salidos del mismísimo infierno – acorde a los monjes ingleses – atacaron el desprotegido monasterio de Lindisfarne en las costas inglesas. Acorde a la historiografía moderna, esta era terminaría en el 1066, con dos sucesivas derrotas que “marcarían” el fin de los saqueos vikingos, la batalla de Stamford Bridge en la que el rey noruego Harald Hardrada El despiadado caería ante el rey inglés Harold Goodwinson y, semanas después, la batalla de Hastings donde el rey inglés perecería frente a su rival normando Guillermo el Conquistador (fundador de la Inglaterra que conocemos). Pero normando, como ya dije, es hombre del norte, así que el final de la era vikinga, mis polainas.

Durante estos casi trescientos años los vikingos conquistaron Inglaterra e Irlanda, asolaron Francia, España, el norte de África, Italia y el este de Europa. Fundaron nuevas colonias en Islandia, Groenlandia las islas Feroe, Shetland, Orcadas y en la Isla de Mann. Abrieron rutas comerciales por el este en las que llegaron a Constantinopla e incluso más lejos, a Bagdad. Famoso registro de sus viajes tan lejanos es la figurilla de Buda que encontraron en Suecia. Durante sus viajes fundaron las bases de la actual Rusia, al construir las ciudades de Kiev y Nóvgorod. Y, aunque no lograron permanecer de forma estable, los vikingos lograron antes lo que tanto le proclaman a Cristóbal Colón. Llegar en el año 1000 a  América. Los restos de L’anse-aux-Meadows, en Canadá, atestiguan lo que les cuento.


Y de sus viajes por toda Europa y partes de Asia, los vikingos nos legaron algo más que sólo historias. Legaron idiomas como el alemán, holandés, sueco, noruego, danés, islandés, feroés y por supuesto la lengua más hablada en todo el mundo, inglés.

La historia de Escandinavia puso su gran granito de arena en la historia de Occidente. No sólo con los pueblos que salieron de tierras nórdicas, huyendo del frío y las malas cosechas, alrededor del siglo I, sino con su comercio que les llevó a tierras tan recónditas por aquellos años como lo son las tierras de los inuit en Groenlandia o el valle del Éufrates en la actual Irak. Dejo de lado muchas más anécdotas históricas de los barbados normandos, entre otras la guardia varega, el reino normando de Sicilia o el por qué Santiago de Compostela le debe su importancia actual a un ataque vikingo… Algún día relataré más de estos tíos, que tanto me apasionan.

Hasta la próxima semana.

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